1er ENCUENTRO: LA CELEBRACIÓN DE LA PASCUA.
Objetivo: Reflexionar y meditar en torno a la celebración de la Pascua, su significado y lo que nos exige personal y grupalmente.
Ver.
Año con año, después del tiempo de cuaresma y de la semana santa, la Iglesia celebra la Pascua, pero, ¿sabemos a ciencia cierta que celebramos y porque celebramos la Pascua?, ¿la celebración tiene repercusiones en nuestras vidas o solo asistimos a las vigilias y celebraciones para pasar un rato entretenido con los amigos, los cantos y los bailes? O ¿es una celebración más de la Iglesia que solo vemos pasar sin participar en nada?
Se invita a las y los jóvenes a compartir como celebran la fiesta de la Pascua.
La fiesta de la Pascua, La resurrección de Jesús.
La celebración de la Pascua, es la máxima celebración de la Iglesia, ya que celebramos la resurrección de Jesús de Nazaret, celebramos la victoria de la vida sobre la muerte, y esa es la base de nuestra fe, porque como dice el apóstol Pablo a los cristianos de Corinto (cerca del año 55 d.C.): “Si Cristo no resucitó, vana es nuestra predicación, vana también vuestra fe”. (1 Co 15, 14), con este texto, Pablo nos dice que si Jesús realmente no ha resucitado, la Iglesia se debe callar porque no habría ninguna “Buena Noticia” de salvación para nadie, nuestra fe queda vacía y sin sentido, no tendríamos ni podríamos aportar ninguna esperanza a nadie. Por eso, solo la resurrección de Jesús fundamenta y da sentido a nuestra fe cristiana.
Pascua significa “paso”, la Fiesta tiene sus raíces en la Pascua de los Judíos, en la cual, conmemoraban su liberación de los egipcios, el “paso” de la esclavitud a la libertad, hecho que se había convertido en el núcleo de su fe, ya que Dios se había revelado como un Dios liberador (Ex 12, 12-13. 21-23).
La celebración de la pascua judía se conmemoraba con una cena en donde se acostumbraba sacrificar un cordero, Jesús como todo buen judío, también se dispuso
a celebrar junto a sus discípulos la fiesta de la Pascua, pero le dio un nuevo sentido ya que fue él el que se entrego en sacrificio por la causa del Padre. Es por eso que para los cristianos la celebración de la pascua tiene un nuevo sentido.
Juzgar.
Para comprender mejor la resurrección de Jesús, trataremos de entender como sus discípulos vivieron y asimilaron ese suceso.
Los primeros cristianos viven convencidos de que Jesús ha sido resucitado por Dios. Pero, ¿qué significa esto para aquellos hombres? ¿Qué entendían por resurrección de Jesús? ¿Qué querían decir al hablar de Cristo resucitado?
Después del asesinato de Jesús por parte de las autoridades religiosas y políticas, los discípulos de Jesús, estaban tristes y decepcionados, ya que las esperanzas que Jesús había despertado en ellos, habían muerto con Jesús en la cruz. Pero poco a poco fueron descubriendo que Jesús estaba vivo y seguía entre ellos. Jesús, el crucificado, al que ellos han podido ver muerto, ahora se les presenta lleno de vida. Se trata de una experiencia compartida por bastantes, repetida en diversas circunstancias y que ellos tratan de describir de alguna manera, utilizando diversas expresiones y narraciones (Jesús es el de antes pero ya no es el mismo, está presente en medio de sus discípulos pero no le pueden retener, es alguien real y concreto pero no pueden convivir con él como antes)
La resurrección de Jesús es un acontecimiento transformador, Aquellos hombres que se resistían a aceptar el mensaje de Jesús, comienzan ahora a anunciar el Evangelio con una convicción total. Aquellos hombres cobardes que no habían sido capaces de mantenerse junto a Jesús en el momento de la crucifixión, comienzan ahora a arriesgar su vida por defender la causa del Crucificado.
Es particularmente significativo el caso de Pablo de Tarso. El encuentro con Cristo resucitado lo ha convertido de perseguidor de las comunidades cristianas en testigo y predicador de la Buena Noticia de Cristo (Ga 1, 23; Filp 3, 5-14; Co 15, 9-10).
A los primeros cristianos no les gusta decir “Jesús ha resucitado”. Prefieren emplear otra expresión: “Jesús ha sido resucitado por Dios” (Hch 2, 24; 3,15). Para ellos, la
resurrección es una actuación del Padre que con su fuerza creadora y poderosa ha levantado al muerto Jesús a la vida definitiva y plena de Dios. Para decirlo de alguna manera, Dios le espera a Jesús al otro lado de la muerte para liberarlo de la destrucción, vivificarlo con su fuerza creadora, levantarlo de entre los muertos e introducirlo en la vida indestructible de Dios.
La muerte de Jesús en la cruz, abandonado por todos y condenado en nombre de la Ley, parecía dejar claro que Jesús era un falso profeta abandonado también por Dios. Ahora los discípulos comprenden que no es así. Dios lo ha resucitado desautorizando a todos los que lo habían rechazado (Hch 2, 23-24). Al resucitarlo, Dios le ha dado la razón y ha legitimado y confirmado con su gesto vivificador, el mensaje y la actuación de Jesús.
Jesús tenía razón, Dios está con él. Los discípulos comprenden que en la vida y el mensaje de este hombre se encierra algo único e incomparable, que es necesario anunciar a todos los hombres: Jesús ofrece verdaderas garantías para alcanzar una liberación definitiva, incluso, por encima de la muerte.
Los discípulos viven el encuentro con el Resucitado como llamada a anunciar el Evangelio. Los encuentros de los Once con el Resucitado terminan siempre en una llamada a la evangelización (Mt 28, 18-20; Mc 16, 15; Lc 24, 28; Jn 20,21). Concretamente, Pablo entiende su experiencia pascual como una exigencia pascual, como una exigencia a predicar la fe entre los gentiles (ga 1, 15-16). Si ponemos atención a la experiencia de los primeros cristianos, podemos ver que encontrarse con el Resucitado es sentirse llamado a anunciar la Buena Noticia de Cristo (Lc 24, 36; Jn 20, 17-18).
Por eso la experiencia de la Pascua debe entenderse como ese llamado a comunicar la Buena noticia de salvación que trae el anuncio del reino, a trasmitir la alegría de que Jesús sigue entre nosotros y de que Dios es incapaz de defraudar las esperanzas del hombre que le invoca como Padre. Dios es Alguien con fuerza para vencer la muerte y resucitar todo lo que puede quedar muerto (2 Co 1,9; Ef 1, 18-20). Dios es Alguien que no está conforme con este mundo injusto en el que los hombres somos capaces de crucificar al mejor hombre que ha pisado nuestra tierra. Dios es Alguien empeñado en salvar al hombre por encima de todo, incluso, por encima de la muerte.
Ya el mal, la injusticia y la muerte no tienen la última palabra. La vida no es un enigma sin meta ni salida. Conocemos ya de alguna manera el final. A esta vida crucificada vivida con el espíritu de Jesús, solo le espera la resurrección (Rm 8, 11). Todos
aquellos que luchen por ser cada día mejor, un día lo serán. Todos aquellos que trabajen por construir un mundo más humano y justo, un día lo conocerán. Todos los que, de alguna manera hayan creído en Cristo y hayan vivido con su espíritu, un día sabrán lo que es VIVIR.
Actuar.
Personalmente nos proponemos a vivir la Pascua por medio de una acción o un gesto que realizaremos durante la semana, ya que la mejor forma de anunciar el Evangelio es por medio de nuestras acciones.
Celebrar.
Escuchamos el canto: “Yo creo en tu resurrección”- Hna. Glenda. Y luego reflexionamos la siguiente Pregunta:
¿Cómo podemos mostrar a los demás que Jesús ha resucitado y creemos en su resurrección?
Nos despedimos con una oración.
2do ENCUENTRO: Quédate con Nosotros Señor.
El animador deberá leer con anticipación los temas y preparar lo requerido en el mismo.
Objetivo: Que los jóvenes descubran a Jesús Resucitado, en el caminar de su propia vida, la del grupo juvenil y en donde se desarrolla.
Programa:
1. Bienvenida
2. Oración
3. Introducirlos al tema desde el punto de vista realidad juvenil
4. Escuchar o lectura del evangelio
5. Trabajo de grupo
6. Plenaria
7. Oración despedida
Oración de inicio, el animador deberá preparar con anticipación lo requerido para la oración, y deberá preparar a los chicos para que se inicie con solemnidad el momento, que guarden silencio que mediten lo que se realizará en la oración.
Colocar las huellas en el suelo desde un lugar cercano hasta el lugar donde se realizara la reunión.
En ambos lados de las huellas hacer dos filas con los jóvenes formando parejas, luego comenzaran a caminar de dos en dos, siguiendo las huellas hasta el lugar de la reunión, dejando un tiempo prudencial entre cada pareja, se le pedirá a las parejas que vallan platicando de:
1- Cómo has logrado reconocer a Jesús en tu vida?
2- En qué momento han sentido la presencia de Jesús?
3- Cuáles son los lugares don puedes sentir la presencia de Jesucristo?
Ya en el lugar de la reunión cuando hayan llegado todos, se orientará a hacer unos minutos de silencio meditando lo conversado con la pareja, se cantará un canto de meditación… y la oración del padre nuestro…
Animador: preguntar de qué iban platicando por el camino?... escuchar algunos de los cometarios de los chicos.
VER.
Comenzar preguntando en qué momento hemos necesitado de alguna compañía de nuestros amigos, a tal grado que le hemos dicho que siga con nosotros?...
Muchas veces deseamos compañía durante la necesitamos y luego la despedimos…
Es necesario ver a nuestro alrededor que existen muchas personas que necesitan de nuestra compañía, por ejemplo los enfermos, los encarcelados, los ancianos abandonados, los niños huérfanos, etc. Todos necesitan en algún momento una compañía, aunque sea por un momento, para darle palabras de aliento, ayudarlos, y que nosotros nos sintamos serviciales.
Alguna vez hemos hecho alguna acción donde nos hayan dicho que nuestra compañía es agradable y que desean que nos quedemos? …
Si nosotros queremos ser buena compañía debemos estar seguros que nuestra amistad es lo suficientemente madura, con amor, y sobre todo que demostremos confianza hacia el otro.
“ Un joven cristiano católico de pastoral juvenil, se ve a si mismo y descubre el grado de buena compañía que puede ser para los demás….”
JUZGAR.
Iluminemos nuestro entorno: a pesar que nuestra compañía puede llegar a hacer muy buena para los demás, siempre existe otra que nos llega a reemplazar, esto sucede muy a menudo en nuestra vida cotidiana…
Pero hablaremos de alguien quien nunca nos falla, siempre está con nosotros, es la mejor compañía, y muchas veces es
la que menos buscamos…
Lectura bíblica ( San Lucas, 24, 13-35) (se adjunta audio y presentación para que pueda ser presentado con proyector o solamente el audio, pero los jóvenes deben llevar lectura en sus biblias, de no haber estos medios solamente se hace la lectura en la biblia), si es necesario, hacer la lectura bíblica más de una vez, o las que sean necesarias..
Explicar la importancia de la compañía de Jesucristo resucitado, ahora se presenta para acompañarnos y darnos una vida renovada, nosotros debemos reconocerlo que él está presente desde nuestro nacimiento y nos ha acompañado en toda nuestra vida, es deber de nosotros reconocerlo, encontrarlo, amarlo, seguirlo, y servirle.
ACTUAR.
Compromiso o trabajo de grupo: hacer grupos de un máximo de 3 jóvenes, se entregarán hojas de papel en blanco para que puedan escribir sus ideas.
Responder a las siguientes preguntas:
¿Qué va a cambiar en mi vida? (interrogante personal), y ¿En nuestra vida como Pastoral Juvenil?
Hoy que he reconocido a Jesucristo resucitado como me comprometo a anunciarlo?
¿Cómo me comprometo para que el mundo reconozca al que resucito?
A manera personal hacer una petición a Jesucristo Resucitado, para que Jesucristo Resucitado sea reconocido en los diferentes aspectos sociales de nuestra vida. (las peticiones deberán hacerlas todos los jóvenes y serán leídas al final.)
Realizar plenaria.
El animador deberá abonar la plenaria, explicando brevemente los siguientes aspectos:
1- RECONOSCAMOS A JESUCRISTO RESUCITADO EN LOS POBRES, ENFERMOS, etc.
2- QUE NOS DEJEMOS ACOMPAÑAR POR ÉL.
3- Y LO INVITEMOS A QUE SE QUEDE CON NOSOTROS.
CELEBRAR.
Una manera de dejarse acompañar por Jesucristo Resucitado, será asistir a la celebración de la Pascua Juvenil, donde debemos encontrarlo a ritmo juvenil, e invitarlo para que se quede con nosotros…
ORACION FINAL.
Iniciar con un canto alusivo al tema.
El animador recoge las huellas y les entrega una a cada joven, y durante se vallan leyendo las peticiones, elaboradas anteriormente a la cuales se responderá “QUEDATE CON NOSOTROS SEÑOR”, las huellas se irán colocando en el centro del salón a manera de formar una cruz.
Esto simbolizará el hecho de que Jesucristo se ha quedado con nosotros y nosotros iremos caminando con él. (todo esto debe hacerse en un ambiente de mucha meditación).
De acuerdo a la experiencia del grupo podrán agregar mas peticiones o comentarios breves..
Despedida… al final el animador dará una huella a cada joven como recuerdo del compromiso personal.
MATERIAL DE APOYO:
Biblia, Y equipo audio visual
Hojas de papel en blanco, lápices o colores
Huellas de papel de diferentes colores las que sean necesarias para el recorrido de los jóvenes.
Y todo lo que tu consideres necesario para un mejor desarrollo del tema.
punto de reunion parroquia san jorge
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